Radio Armonia http://www.radioarmonia.cl/inicio/index.php/component/tags/tag/292 Sat, 27 Apr 2024 20:46:38 -0400 es-es internet@armonia.cl (Web Radio Armonia) Cinco veces vuelta a la vida http://www.radioarmonia.cl/inicio/index.php/component/content/article?id=404:cinco-veces-vuelta-a-la-vida http://www.radioarmonia.cl/inicio/index.php/component/content/article?id=404:cinco-veces-vuelta-a-la-vida Es un impresionante informe médico. A la una de la tarde: paro cardíaco. Los médicos aplican electrochoques. A las dos de la tarde: nuevo síncope. Reviven a la persona mediante tremendos golpes eléctricos. Quince minutos después, el monitor no da ninguna señal. Los médicos trabajan frenéticamente y vuelven a salvar a la persona.

Tras un respiro de cinco horas: nuevo síncope, nuevo paro y nuevo milagroso retorno a la vida. Y a las ocho de la noche, cuarenta y cinco minutos después: otro paro, otros electrochoques y otra resucitación.

Al día siguiente, a las seis de la mañana, Geraldine Fletcher, de cincuenta y dos años de edad, toma tranquilamente su desayuno. Llega a ser la primera persona que muere cinco veces en un solo día, y es resucitada las cinco veces científicamente.

Para todo hay récords en este mundo. Geraldine Fletcher, mujer morena, fuerte y animosa, batió el récord de muertes y resucitaciones. Cinco veces, en el lapso de pocas horas, su corazón dejó de latir, y las cinco veces, tras frenéticos esfuerzos médicos, volvió a latir. Pero, ¿en realidad murió Geraldine? Los científicos dicen que no, que fue una «cuasimuerte» de la que se recuperó a tiempo, pues nadie regresa de una muerte verdadera.

Hay dos logros que jamás se han podido alcanzar: uno es detener el envejecimiento; el otro es deshacerse del día de la muerte. Aunque se han logrado fantásticos logros científicos en la curación de enfermedades y en la resucitación de ciertas personas, no hemos podido deshacernos ni del envejecimiento ni de la muerte.

«No hay quien tenga poder sobre el aliento de vida, como para retenerlo —dice el Libro Sagrado—, ni hay quien tenga poder sobre el día de su muerte» (Eclesiastés 8:8).

Por más buena salud que tengamos, por más benéfico que sea nuestro ejercicio físico, por más acertada y eficaz que sea nuestra dieta, a la larga todos nos inclinaremos hacia el sepulcro y caeremos como roble gastado.

Para ese día inevitable, y para la paz del alma mientras llega ese día, necesitamos un Salvador que nos dé salvación y vida eterna, un Salvador que sea nuestro amigo durante el resto de los años que nos queden por vivir. Ese Salvador y amigo es Jesucristo. Él desea ser nuestro Señor eterno el día en que abandonemos este cuerpo.

Entreguémosle nuestra vida a Cristo hoy mismo. Él será nuestro amigo fiel, hoy y para siempre.


Hno. Pablo Finkenbinder
Un Mensaje a la Conciencia



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Wed, 30 Aug 2017 11:23:00 -0300
Esperanza más allá del dolor http://www.radioarmonia.cl/inicio/index.php/component/content/article?id=431:esperanza-mas-alla-del-dolor http://www.radioarmonia.cl/inicio/index.php/component/content/article?id=431:esperanza-mas-alla-del-dolor Recibí la llamada una fría tarde de febrero. Mi padre dijo: “Hijo, pienso que tu madre se ha ido.” La noticia me tomó completamente por sorpresa. “¿Se ha ido? ¿Quieres decir que ha muerto?” pregunté. “Sí, pienso que ha muerto.”

Corrí al departamento de mis padres en Dallas. Mi hermana había llegado antes que yo y estaba hablando con mi padre cuando llegué. Mi madre estaba inmóvil en el sofá donde se había acostado para tomar una siesta y, en algún momento mientras dormía, exhaló su último suspiro.

Eso fue en 1971. Ella tenía sólo 63 años. No estoy seguro de qué fue lo más difícil; perder a mi madre tan repentinamente o ver a mi padre morir lentamente los siguientes nueve años. Pienso que fue esto último. Él vino a vivir con nosotros durante ese tiempo, así que aprendí mucho en cuanto a la aflicción; cuán necesario es para sanar, y sin embargo cuán fácilmente puede convertirse en su propia muerte lenta.

Estoy convencido de que nadie se recupera por completo de una pérdida sin permitirse sentir y expresar su aflicción por completo. Sin embargo la aflicción de una persona no es la de otra. He visto a algunos pasar más allá de una pérdida significante en cuestión de semanas, en tanto que otros requieren muchos, muchos meses. El tiempo que dura la recuperación de una persona no dice nada en cuanto a su espiritualidad. El proceso de duelo es tan individual y único como una huella dactilar. Quiero ser claro en eso antes de que usted siga leyendo.

En tanto que afligirse es parte de nuestro proceso integral para sanar, también es posible que una persona cultive y alimente su aflicción, al punto de mantenerla viva como si fuera su mascota. Con el tiempo, aquel individuo puede perder la perspectiva, descorazonarse, y de muchas maneras, morirse antes de morirse.

Mi madre era la chispa de la vida de mi padre. Ella inspiraba la diversión, la creatividad, y la risa y nuestra casa. Ella nos introdujo a la música grandiosa y nos animó a tocar instrumentos y a cantar. Si mi padre tenía alguna alegría o deleite en la vida, la mayor parte vino de ella. Así que cuando mi madre murió primero, era como si se hubieran apagado la luz de su vida. Él no tenía pasatiempos, muy pocos amigos, y ningún interés aparte de ver televisión. Nunca leyó mucho. Su mundo se reducía al estrecho radio de habitaciones en nuestra casa, preferiblemente con las cortinas bajadas y la puerta cerrada. Sin embargo, no le permitimos que se quedara así. Como familia hicimos lo mejor que pudimos para ayudarle a hallar vida después de la muerte de mi madre, pero nada pareció reemplazar la chispa de ella.

Abrazar la tristeza es necesario para que haya sanidad. Igualmente importante es la decisión de poner fin a la aflicción. Nadie puede apurar el proceso de afligirse, pero es vital que entremos en el mismo con la determinación de que un día debe acabarse. Por eso debemos buscar maneras específicas para asegurarnos de que el proceso de sanar no se demora más de lo necesario.

Habiendo enfrentado mi propia porción de tragedia y aflicción con el correr de los años, he hallado dos perspectivas útiles. Una es mirar al pasado, y la otra es mirar al futuro; en otras palabras, una reflexión saludable en el dolor y una expectativa deliberada de la esperanza que con certeza vendrá. Hallo que llevar un diario es el mejor lugar para hacer eso. De hecho, es tan eficaz que muchos consejeros en la aflicción les recetan a sus clientes llevar un diario.

Miro hacia atrás al leer los diarios que he llevado con el correr de los años. Esto a menudo me ayuda a ver un patrón consistente de la fidelidad de Dios en pruebas antiguas, lo que me da confianza de que cualquier nueva lucha que enfrento puede ser igual de difícil e igual de temporal. Como resultado, me hallo soportando el dolor con mucho menos temor. Llevar un diario me ha equipado para afligirme por las inevitables rupturas de corazón que vienen, grandes y pequeñas, sin volver a abrir las heridas.

Miro hacia adelante al tomar decisiones —resoluciones, si quiere decirlo— en cuanto a cómo voy usar mi prueba actual en el ministerio futuro. Viktor Frankl hizo esto durante su lucha para sobrevivir los horrores en un campamento nazi de muerte. Se imaginaba cómo su odisea pudiera ser útil al ejercer y enseñar psicología después de la guerra, aunque no tenía ninguna razón para esperar que sobreviviera.

Me disgustó el estado de los asuntos que me obligaban, a diario y hora tras hora, a pensar sólo en cosas tan triviales. Obligué a mis pensamientos a pasar a otro tema. De repente me vi de pie en la plataforma de un aula bien iluminada, abrigada y agradable. Frente a mi estaba sentado un público en asientos tapizados cómodos. ¡Yo estaba dando una conferencia sobre la psicología del campamento de concentración! Todo lo que me oprimía en ese momento se volvió objetivo, visto y descrito desde el remoto punto de vista de la ciencia. Por este método triunfé de alguna manera para elevarme por encima de la situación, por encima de los sufrimientos del momento, y observarlos como si ya fueran pasado. . . . El prisionero que había perdido fe en el futuro —su futuro— estaba condenado.1

La determinación de usar las luchas actuales para un mejor futuro me da un sentido de dominio sobre las circunstancias que de otra manera se volverían opresivas. Pablo echó mano fuertemente de la experiencia personal al afirmar que, debido al Espíritu Santo, ninguna prueba jamás lo doblegaría.

Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza; y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado (Romanos 5:3-5).

He hallado que la determinación de actuar en la oscuridad de hoy me ayuda a apropiadamente en la esperanza que las Escrituras prometen conforme avanzo hacia un mañana más brillante.

Los que están atravesando una tragedia a menudo necesitan ayuda para avanzar más allá del dolor. Tal vez no tengan la capacidad de ver la esperanza más allá de la herida. A menudo necesitan la perspectiva saludable de un ser querido. Tal vez necesiten que alguien les haga recordar las ocasiones pasadas cuando Dios demostró su fidelidad. Es más, tal vez tengan que depender de la imaginación de otros a fin de concebir un futuro más allá de su dolor. Muchos que están sufriendo tal vez no consideren procesar sus pensamientos en un diario durante el proceso de sanar sin que alguien estimule su corazón.

Pregúntese:

    ¿Hay alguien que conozco que tal vez esté llevando una carga gigantesca de aflicción sobre sus hombros?
    ¿Hay alguien que está llegando a un hito o a una transición significativa en la vida y que pudiera utilizar mi ayuda para adquirir una perspectiva saludable?
    ¿Quién pudiera estar en el umbral de un futuro muy retador?

Tal vez este amigo o ser querido no ha pensado en detenerse y marcar el momento. Con un vistazo al pasado y una mirada realista al futuro, tal vez usted puede ayudarle a ver la esperanza más allá de su dolor presente. Pudiera ser el mejor regalo que él o ella reciben todo el año.

Visión para Vivir



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Mon, 14 Aug 2017 11:00:00 -0300
Pensando más allá de la muerte http://www.radioarmonia.cl/inicio/index.php/component/content/article?id=271:pensando-mas-alla-de-la-muerte http://www.radioarmonia.cl/inicio/index.php/component/content/article?id=271:pensando-mas-alla-de-la-muerte La muerte persigue al hombre. A través de los tiempos poetas, filósofos y otros escritores han tratado de explicar, comprender y sobrellevar la realidad de la muerte.

El famoso escritor Ernest Hemingway estaba obsesionado con la idea de la muerte. Su padre, un intelectual, se había suicidado cuando Ernest era un joven. Como resultado, Hemingway quiso demostrar a la humanidad que no le temía a la vida ni a la muerte. Irónicamente, en un arranque de ira y debilidad humana, a los 61 años cometió suicidio.

La Biblia reconoce que la muerte física es inevitable. En Hebreos 9:27 leemos que "está establecido para los hombres que mueran..." En cierto sentido todos somos enfermos terminales. Todos hemos de morir a menos que Cristo regrese durante nuestra vida.

Alguien dijo con acierto: "Los jóvenes pueden morir, los viejos deben hacerlo." La muerte física es el enemigo más obstinado y acérrimo de la humanidad. Pero no es el adversario más peligroso.

La Biblia distingue entre muerte física (que eventualmente todos debemos enfrentar) y muerte espiritual (que todos experimentamos de manera inicial). En su acepción básica, muerte significa separación de algo o de alguien. Implica soledad. Como consecuencia de su pecado, el hombre comienza la vida separado de Dios y espiritualmente muerto.

Jean Paul Sartre, el famoso filósofo existencialista, observó con exactitud: "El hombre está solo." A no ser por una relación personal con Dios y un compromiso con El, el hombre está muerto espiritualmente y está muy solo.

La Biblia también menciona la muerte eterna o la "segunda muerte" (Apocalipsis 20:14). Esta muerte es una separación de Dios, pero separación eterna e irreversible. Todo el que rehúse entregar su vida a Jesucristo aquí en la tierra, ha de experimentar esta muerte eterna.

La muerte física no es el final de la existencia del hombre. La cuestión es dónde pasaremos la eternidad usted y yo--en el cielo o en el infierno. No hay otra alternativa. La realidad de la muerte y el infierno debiera motivarnos como cristianos a compartir el evangelio de Jesucristo con los inconversos.

Aproximadamente 150.000 personas mueren diariamente en el mundo. La mayoría pasa a una eternidad sin Cristo. La historia a menudo ha registrado las últimas palabras de quienes se dan cuenta de que, por haber rechazado a Cristo, no tienen esperanza.

Voltaire, el conocido ateo francés, declaró: "En veinte años no habrá más cristianismo. Una sola mano mía destruirá el edificio que fuera levantado por doce apóstoles." Sin embargo, al enfrentarse con la muerte, exclamó: "Dios y los hombres me han abandonado." El médico de Voltaire expresó su asombro por el tormento espiritual que experimentó su paciente antes de pasar a la eternidad.

En contraste, el gran evangelista Juan Wesley declaró en su lecho de muerte: "Lo mejor de todo es que Dios está conmigo." Murió satisfecho y feliz de estar en la presencia de su Señor.

La muerte no tiene por qué obsesionar a los cristianos. Si hemos entregado nuestra vida a Jesucristo, tenemos un glorioso futuro esperándonos más allá de la muerte.

¿No da alegría y paz a nuestro corazón saber que esto es una realidad, al saber que más allá de la muerte hay un maravilloso porvenir junto a Dios mismo?


Ministerio Luis Palau



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Tue, 06 Jun 2017 13:29:00 -0400
Podrían indultar a cristiana embarazada condenada http://www.radioarmonia.cl/inicio/index.php/component/content/article?id=311:podrian-indultar-a-cristiana-embarazada-condenada http://www.radioarmonia.cl/inicio/index.php/component/content/article?id=311:podrian-indultar-a-cristiana-embarazada-condenada Ante la creciente indignación internacional por la condena de Meriam Ibrahim, el gobierno sudanés ha comenzado a dar indicios de marcha atrás, diciendo que Sudán está comprometido con la libertad de religión e indicando que la mujer sentencias puede apelar. Se abre así una pequeña esperanza.

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Thu, 22 May 2014 17:33:51 -0400
Una muerte y tres eventos extraordinarios http://www.radioarmonia.cl/inicio/index.php/component/content/article?id=281:una-muerte-y-tres-eventos-extraordinarios http://www.radioarmonia.cl/inicio/index.php/component/content/article?id=281:una-muerte-y-tres-eventos-extraordinarios En el momento en que Jesús murió tuvieron lugar tres eventos. El velo del templo se rasgó en dos, de arriba a abajo, lo cual fue de gran significado teológico. El velo del templo separaba el Lugar Santo del “Lugar Santísimo”. Sólo el sumo sacerdote podía traspasar el velo, y sólo podía hacerlo una vez al año en el Día de la Expiación, llevando la sangre derramada en señal de sacrificio por el pecado.

Detrás de este velo estaba la presencia de Dios, fuera del alcance de la persona común y corriente. El velo rasgado era simbólico de que Dios lo había roto desde el interior, poniéndose a disposición de todas las personas. A partir de ese momento, ya no había necesidad de un mediador entre Dios y el pueblo. 1 Timoteo 2:5-6 dice: “Porque hay un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, quien dio su vida como rescate por todos.” Lo anterior es representado de manera espectacular por un acto divino dentro el templo al momento en que Jesús murió.

El segundo evento se describe como un terremoto, un fenómeno físico acompañado de tres horas de oscuridad. La obra de Jesús en la cruz no fue sólo por la redención de la humanidad, sino de toda la creación. Pablo dice en Colosenses 1:20, “...y, por medio de él, reconciliar consigo todas las cosas, tanto las que están en la tierra como las que están en el cielo, haciendo la paz mediante la sangre que derramó en la cruz." En el momento en que Cristo murió el mundo físico respondió.

El tercer evento nos dice que las tumbas se abrieron y muchos cuerpos de santos experimentaron una resurrección en masa, pero no aparecen hasta después que Jesús resucitó el Domingo. Luego vinieron a Jerusalén y fueron vistos por muchos. Varias especulaciones rodean lo que implica este evento, pero no hay registros adicionales acerca de esto. La Escritura nos dice, sin embargo, que después de Pentecostés, los saduceos se encontraban grandemente perturbados por esto, y capturaron a Pedro y a Juan, ya que estaban proclamando la resurrección de los muertos en Jesús (Hechos 4:2). Es muy posible que los saduceos estuvieran muy disgustados por haber sido testigos de este tercer evento, al haber visto uno o más de los resucitados en Jerusalén.

Cuatro personas asistieron al funeral de Jesús; José de Arimatea, en cuya tumba Jesús fue colocado; Nicodemo, María Magdalena, y María la madre de Jesús. Aparte de la sepultura de Jesús y de la ubicación de los soldados romanos para guardar la tumba, la Biblia no nos dice mucho acerca del siguiente día. En cuanto al Consejo del Sanedrín, sabemos que fueron testigos de tres horas de oscuridad al mediodía. Ellos sintieron el terremoto y supieron todo acerca de la ruptura del velo que separaba el lugar santísimo.


Vive la Verdad



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Thu, 17 Apr 2014 12:01:54 -0300