titleRadio Armonia <subtitle type="text">Una señal en el aire, para confesar que: “Jesucristo es el Señor, para Gloria de Dios Padre". Fil. 2:11</subtitle> <link rel="alternate" type="text/html" href="http://www.radioarmonia.cl"/> <id>http://www.radioarmonia.cl/inicio/index.php/component/tags/tag/41-pureza</id> <updated>2024-04-28T17:38:40-04:00</updated> <author> <name>Web Radio Armonia</name> <email>internet@armonia.cl</email> </author> <link rel="self" type="application/atom+xml" href="http://www.radioarmonia.cl/inicio/index.php/component/tags/tag/41-pureza?format=feed&type=atom"/> <entry> <title>Conservándose Puro 2016-11-01T17:03:00-03:00 2016-11-01T17:03:00-03:00 http://www.radioarmonia.cl/inicio/index.php/component/content/article?id=258:conservandose-puro Super User <p>Una palabra que evoca pensamientos de claridad, inocencia y virtud. La pureza es una condición del alma que se manifiesta en la personalidad y en la conducta. La experiencia de vida nos muestra cuán importante es conservar la pureza en todas nuestras actitudes y decisiones. Conforme pasan los años, levantamos la cosecha de nuestras acciones juveniles. Conservarse puro es una decisión fundamental, la cual, idealmente, debe hacerse en la niñez. Sin embargo, tú, joven adulto, puedes tomar esta decisión a partir de ahora y de ese modo cambiar el curso de las cosas. Se trata de  mantener la pureza en todas las áreas de tu vida. Me gusta llamar a esta dinámica: “la pureza integral”.<br /><br />La pureza integral debe manifestarse en tu relación personal con Dios, manteniéndola libre de agentes contaminadores tales como las raíces de amargura (Hebreos 12: 12-15), los argumentos mentales en contra de Dios (2ª Corintios 10. 3-6) y la falsa doctrina (1ª Timoteo 6. 21,21). Conservarte puro en el área espiritual te ayudará a mantener sana tu vida mental y emocional, la cual incluye tus decisiones morales, éticas, laborales y afectivas. Permíteme darte un ejemplo: ¿Cuál es tu concepto acerca del éxito laboral, ahora que estás atravesando la etapa de afirmar tu carrera? Las últimas dos décadas marcaron un énfasis necesario -aunque un poco exagerado-acerca del éxito personal. En la literatura impresa, como en el internet y en una multitud de conferencias, se predicó la idea acerca de la fusión entre carrera y significado.<br /><br />En otras palabras, millones de jóvenes como tú fueron formados bajo la filosofía que declara: “Tú eres tu profesión”. Pero esta escuela de pensamiento “avanzado” encierra la misma ética de otrora que quiso combatir. Antes se le decía a los jóvenes: “Sé alguien en la vida”, como una apelación a que estudiasen una carrera profesional y ganasen mucho dinero. En parte se decía porque la mayoría de los padres no tuvieron la oportunidad de estudiar; entonces, aunque la intensión era buena, se canalizaba por medio de la frustración. Hoy la sociedad te dice a ti: “Sube la escalera” contaminando de ese modo el verdadero sentido de la sana competitividad, algo que en realidad te provoca a comprometer tus principios morales, o en otras palabras, a comprometer tu pureza ética.<br /><br />Sin embargo, debes de tener siempre en cuenta que aunque debes esforzarte por progresar, la promoción más segura viene del Señor. No la procures por tu propia cuenta, orbitando como un planeta alrededor de tus líderes para que noten tu presencia y tus cualidades; o pasando por encima de los demás. Recuerda que Dios no es ciego, así que cuando él considere que es el mejor momento, entonces producirá que las cosas se den a tu favor, siempre y cuando te mantengas puro. <br /><br />En otro orden de cosas, la pureza integral también se manifiesta en tus relaciones personales. ¿Cómo escoges a quien permitirle la entrada a tu vida y por quién optas para servir contigo? Si lees bien el texto bíblico de 1ª Timoteo 5.22, el apóstol Pablo le dice al joven Timoteo: “Consérvate puro”, y lo hace en el contexto de una serie de instrucciones sobre la vida personal y laboral, algo que en el caso de Timoteo tenía que ver con la profesión del pastorado. A esas alturas, Timoteo no tenía mucha experiencia, y seguramente era tentador para él escoger a otros jóvenes inexpertos como él, o a cristianos demasiado nuevos para ser líderes en la iglesia. En el capítulo 3 verso 6 del mismo libro, Pablo le exhorta a no escoger líderes neófitos, o en otras palabras, “nuevos en la fe”. <br /><br />Para un pastor joven como Timoteo, quien posiblemente atraería a otros jóvenes a la fe en Cristo, sería natural desear incluir a sus nuevos amigos en el liderazgo. Sin embargo, Pablo le recuerda que tal decisión podría ir en detrimento de la vida espiritual de esas personas y de la congregación. Hoy en día, tú debes aplicar ese principio a tu propia vida cualquiera sea tu situación. No tomes decisiones emocionales, sino inteligentes, cuando se trate de elegir tus relaciones personales. Esta es una manera de mantener tu pureza.<br /> <br />Y por supuesto, no puedo dejar de mencionar la necesidad de que conserves tu pureza sexual.  Créeme que no se trata de un capricho religioso. Dios ha creado el sexo como un verdadero regalo, y a diferencia de los animales, el designio de Dios para las relaciones sexuales humanas está ligado a la intimidad con tu futuro cónyuge. Allí es donde se fusionan mecanismos físicos, emocionales y espirituales. La libertad, la paz y la satisfacción que provienen de mantener las relaciones sexuales dentro del matrimonio son incomparables. Si aun eres soltero, te aseguro que vale la pena esperar. Por otro lado,  la Biblia dice que el matrimonio es una figura del amor y la relación personal de Dios con sus hijos. ¿Por qué contaminar, entonces, algo tan sagrado mal usando el sexo antes, o durante, el matrimonio? <br /> <br />Evidentemente, esta condición del alma llamada pureza debe ser aplicada a todas las áreas de tu vida; no obstante, he puesto énfasis en aquellas que demandan especial atención durante la preciosa etapa de la juventud. Así que, consérvate puro, porque tu recompensa es más valiosa y duradera que cualquier otra satisfacción temporal. <br /><br /><br /><em>Dr. Daniel Catarisano</em><br /><em>Enfoque a la Familia</em></p> <p><br /><br /></p> <p>Una palabra que evoca pensamientos de claridad, inocencia y virtud. La pureza es una condición del alma que se manifiesta en la personalidad y en la conducta. La experiencia de vida nos muestra cuán importante es conservar la pureza en todas nuestras actitudes y decisiones. Conforme pasan los años, levantamos la cosecha de nuestras acciones juveniles. Conservarse puro es una decisión fundamental, la cual, idealmente, debe hacerse en la niñez. Sin embargo, tú, joven adulto, puedes tomar esta decisión a partir de ahora y de ese modo cambiar el curso de las cosas. Se trata de  mantener la pureza en todas las áreas de tu vida. Me gusta llamar a esta dinámica: “la pureza integral”.<br /><br />La pureza integral debe manifestarse en tu relación personal con Dios, manteniéndola libre de agentes contaminadores tales como las raíces de amargura (Hebreos 12: 12-15), los argumentos mentales en contra de Dios (2ª Corintios 10. 3-6) y la falsa doctrina (1ª Timoteo 6. 21,21). Conservarte puro en el área espiritual te ayudará a mantener sana tu vida mental y emocional, la cual incluye tus decisiones morales, éticas, laborales y afectivas. Permíteme darte un ejemplo: ¿Cuál es tu concepto acerca del éxito laboral, ahora que estás atravesando la etapa de afirmar tu carrera? Las últimas dos décadas marcaron un énfasis necesario -aunque un poco exagerado-acerca del éxito personal. En la literatura impresa, como en el internet y en una multitud de conferencias, se predicó la idea acerca de la fusión entre carrera y significado.<br /><br />En otras palabras, millones de jóvenes como tú fueron formados bajo la filosofía que declara: “Tú eres tu profesión”. Pero esta escuela de pensamiento “avanzado” encierra la misma ética de otrora que quiso combatir. Antes se le decía a los jóvenes: “Sé alguien en la vida”, como una apelación a que estudiasen una carrera profesional y ganasen mucho dinero. En parte se decía porque la mayoría de los padres no tuvieron la oportunidad de estudiar; entonces, aunque la intensión era buena, se canalizaba por medio de la frustración. Hoy la sociedad te dice a ti: “Sube la escalera” contaminando de ese modo el verdadero sentido de la sana competitividad, algo que en realidad te provoca a comprometer tus principios morales, o en otras palabras, a comprometer tu pureza ética.<br /><br />Sin embargo, debes de tener siempre en cuenta que aunque debes esforzarte por progresar, la promoción más segura viene del Señor. No la procures por tu propia cuenta, orbitando como un planeta alrededor de tus líderes para que noten tu presencia y tus cualidades; o pasando por encima de los demás. Recuerda que Dios no es ciego, así que cuando él considere que es el mejor momento, entonces producirá que las cosas se den a tu favor, siempre y cuando te mantengas puro. <br /><br />En otro orden de cosas, la pureza integral también se manifiesta en tus relaciones personales. ¿Cómo escoges a quien permitirle la entrada a tu vida y por quién optas para servir contigo? Si lees bien el texto bíblico de 1ª Timoteo 5.22, el apóstol Pablo le dice al joven Timoteo: “Consérvate puro”, y lo hace en el contexto de una serie de instrucciones sobre la vida personal y laboral, algo que en el caso de Timoteo tenía que ver con la profesión del pastorado. A esas alturas, Timoteo no tenía mucha experiencia, y seguramente era tentador para él escoger a otros jóvenes inexpertos como él, o a cristianos demasiado nuevos para ser líderes en la iglesia. En el capítulo 3 verso 6 del mismo libro, Pablo le exhorta a no escoger líderes neófitos, o en otras palabras, “nuevos en la fe”. <br /><br />Para un pastor joven como Timoteo, quien posiblemente atraería a otros jóvenes a la fe en Cristo, sería natural desear incluir a sus nuevos amigos en el liderazgo. Sin embargo, Pablo le recuerda que tal decisión podría ir en detrimento de la vida espiritual de esas personas y de la congregación. Hoy en día, tú debes aplicar ese principio a tu propia vida cualquiera sea tu situación. No tomes decisiones emocionales, sino inteligentes, cuando se trate de elegir tus relaciones personales. Esta es una manera de mantener tu pureza.<br /> <br />Y por supuesto, no puedo dejar de mencionar la necesidad de que conserves tu pureza sexual.  Créeme que no se trata de un capricho religioso. Dios ha creado el sexo como un verdadero regalo, y a diferencia de los animales, el designio de Dios para las relaciones sexuales humanas está ligado a la intimidad con tu futuro cónyuge. Allí es donde se fusionan mecanismos físicos, emocionales y espirituales. La libertad, la paz y la satisfacción que provienen de mantener las relaciones sexuales dentro del matrimonio son incomparables. Si aun eres soltero, te aseguro que vale la pena esperar. Por otro lado,  la Biblia dice que el matrimonio es una figura del amor y la relación personal de Dios con sus hijos. ¿Por qué contaminar, entonces, algo tan sagrado mal usando el sexo antes, o durante, el matrimonio? <br /> <br />Evidentemente, esta condición del alma llamada pureza debe ser aplicada a todas las áreas de tu vida; no obstante, he puesto énfasis en aquellas que demandan especial atención durante la preciosa etapa de la juventud. Así que, consérvate puro, porque tu recompensa es más valiosa y duradera que cualquier otra satisfacción temporal. <br /><br /><br /><em>Dr. Daniel Catarisano</em><br /><em>Enfoque a la Familia</em></p> <p><br /><br /></p> ¿Qué le pasó a la fidelidad? 2017-06-26T22:57:00-04:00 2017-06-26T22:57:00-04:00 http://www.radioarmonia.cl/inicio/index.php/component/content/article?id=21:adipisicing-elit-sed-do-eiusmod-tempor Super User <p><img src="images/temas/fidelidad-mini.jpg" style="float: right; margin-left: 5px; margin-right: 5px;" />En ocasiones he tenido el honor de ministrar a oficiales de alto rango en las fuerzas armadas, en la capital de los Estados Unidos de América, y soy un mejor hombre debido a eso. ¿Una mejor manera de decirlo? Estos líderes son modelos de una fuerte dedicación cristiana, frecuentemente poniendo su fe en la raya. Eso no les gana más puntos ante sus superiores, pero con todo ellos se destacan.<br /><br />Durante una conversación afloró el tema de la pureza moral. Esto condujo a un importante intercambio sobre el carácter. Les pregunté si en sus filas una falta en las cualidades de carácter era muy significativa. De inmediato respondieron: “¡Por supuesto!” Su consagración mutua a la integridad personal me impresionó porque la expresaron de manera espontánea y sincera. Les dije que ellos serían muy buenos pastores.<br /><br />De repente el grupo se quedó incómodamente en silencio. Uno de ellos finalmente rompió el silencio. Dijo que la conversación tocó un nervio en vivo puesto que la mayoría de oficiales asistían a la misma iglesia... “una iglesia con larga historia de fuerte predicación bíblica, maravilloso compañerismo, y un testimonio saludable en la comunidad hasta que...” <br /><br /><span style="font-size: 12.16px;">Se me retorció el estómago. Ni siquiera quise pensar en lo que iba a decir de seguido, aunque pudiera haberlo adivinado. Él continuó: “. . . hasta que nuestro pastor se enredó con una mujer, y ambos dejaron a sus cónyuges e hijos. Ahora viven juntos, y a nosotros se nos ha dejado para que recojamos el destrozo.” Lágrimas, vergüenza y lento menear de las cabezas reveló su aturdimiento y profundo desencanto. Su dolor me pesó fuertemente. Yo también me sentí abochornado.<br /><br /></span><span style="font-size: 12.16px;">La iglesia fue un testimonio evangélico paladín en el área metropolitana de la capital, “hasta que . . .” Fue humillante pensar que una norma de alto carácter moral es de primordial importancia entre los oficiales militares, pero dentro de las filas de los ministros, mis colegas, ruge una epidemia de impureza moral. Para complicar el asunto, algunos vuelven al ministerio reclamando perdón y gracia.<br /><br /></span><span style="font-size: 12.16px;">En tanto que el perdón es el centro del ministerio orientado a la gracia, una dedicación a la santidad y pureza moral sigue siendo absolutamente vital. Quisiera poder decirlo bien claro. La cuestión fundamental no es la falta de perdón; es el pensamiento defectuoso de muchos creyentes de que el perdón es sinónimo del retorno a todos los derechos y privilegios. Me temo que somos demasiados blandos para hacer a un lado el daño hecho por el pecado. Nos apresuramos al proceso del perdón, reduciendo las consecuencias del pecado.<br /><br /></span><span style="font-size: 12.16px;">¿Demasiado fuerte? Pregúnteselo a ese rebaño víctima en la capital del país, y a otra docena de congregaciones que apenas en el mes pasado o algo así, han tenido que recoger los destrozos que dejó un pastor que parecía dulce, y que se rindió a la lujuria de lobo. O pregúnteselo a la engañada esposa del pastor, que debe soportar la humillante odisea sola.<br /><br /></span><span style="font-size: 12.16px;">Amigos míos, este no es el momento o tema para escatimar palabras. Concuerdo con Pedro cuando nos insta a hacer todo esfuerzo para añadir bondad a nuestra fe (2 Pedro 1:5). Preste atención para ser fiel, sin que importe en donde usted está sirviendo. Sea en las fuerzas armadas, en el ministerio, en el mercado de trabajo, o en su casa, sea fiel.</span></p> <p><br /><em><a href="http://www.visionparavivir.org/ministerio/articulos/paso-fidelidad" target="_blank">Visión para Vivir</a><a href="http://www.gracia.org/recursos.aspx?p=a&amp;article=431" target="_blank"></a></em></p> <p><br /> </p> <p><img src="images/temas/fidelidad-mini.jpg" style="float: right; margin-left: 5px; margin-right: 5px;" />En ocasiones he tenido el honor de ministrar a oficiales de alto rango en las fuerzas armadas, en la capital de los Estados Unidos de América, y soy un mejor hombre debido a eso. ¿Una mejor manera de decirlo? Estos líderes son modelos de una fuerte dedicación cristiana, frecuentemente poniendo su fe en la raya. Eso no les gana más puntos ante sus superiores, pero con todo ellos se destacan.<br /><br />Durante una conversación afloró el tema de la pureza moral. Esto condujo a un importante intercambio sobre el carácter. Les pregunté si en sus filas una falta en las cualidades de carácter era muy significativa. De inmediato respondieron: “¡Por supuesto!” Su consagración mutua a la integridad personal me impresionó porque la expresaron de manera espontánea y sincera. Les dije que ellos serían muy buenos pastores.<br /><br />De repente el grupo se quedó incómodamente en silencio. Uno de ellos finalmente rompió el silencio. Dijo que la conversación tocó un nervio en vivo puesto que la mayoría de oficiales asistían a la misma iglesia... “una iglesia con larga historia de fuerte predicación bíblica, maravilloso compañerismo, y un testimonio saludable en la comunidad hasta que...” <br /><br /><span style="font-size: 12.16px;">Se me retorció el estómago. Ni siquiera quise pensar en lo que iba a decir de seguido, aunque pudiera haberlo adivinado. Él continuó: “. . . hasta que nuestro pastor se enredó con una mujer, y ambos dejaron a sus cónyuges e hijos. Ahora viven juntos, y a nosotros se nos ha dejado para que recojamos el destrozo.” Lágrimas, vergüenza y lento menear de las cabezas reveló su aturdimiento y profundo desencanto. Su dolor me pesó fuertemente. Yo también me sentí abochornado.<br /><br /></span><span style="font-size: 12.16px;">La iglesia fue un testimonio evangélico paladín en el área metropolitana de la capital, “hasta que . . .” Fue humillante pensar que una norma de alto carácter moral es de primordial importancia entre los oficiales militares, pero dentro de las filas de los ministros, mis colegas, ruge una epidemia de impureza moral. Para complicar el asunto, algunos vuelven al ministerio reclamando perdón y gracia.<br /><br /></span><span style="font-size: 12.16px;">En tanto que el perdón es el centro del ministerio orientado a la gracia, una dedicación a la santidad y pureza moral sigue siendo absolutamente vital. Quisiera poder decirlo bien claro. La cuestión fundamental no es la falta de perdón; es el pensamiento defectuoso de muchos creyentes de que el perdón es sinónimo del retorno a todos los derechos y privilegios. Me temo que somos demasiados blandos para hacer a un lado el daño hecho por el pecado. Nos apresuramos al proceso del perdón, reduciendo las consecuencias del pecado.<br /><br /></span><span style="font-size: 12.16px;">¿Demasiado fuerte? Pregúnteselo a ese rebaño víctima en la capital del país, y a otra docena de congregaciones que apenas en el mes pasado o algo así, han tenido que recoger los destrozos que dejó un pastor que parecía dulce, y que se rindió a la lujuria de lobo. O pregúnteselo a la engañada esposa del pastor, que debe soportar la humillante odisea sola.<br /><br /></span><span style="font-size: 12.16px;">Amigos míos, este no es el momento o tema para escatimar palabras. Concuerdo con Pedro cuando nos insta a hacer todo esfuerzo para añadir bondad a nuestra fe (2 Pedro 1:5). Preste atención para ser fiel, sin que importe en donde usted está sirviendo. Sea en las fuerzas armadas, en el ministerio, en el mercado de trabajo, o en su casa, sea fiel.</span></p> <p><br /><em><a href="http://www.visionparavivir.org/ministerio/articulos/paso-fidelidad" target="_blank">Visión para Vivir</a><a href="http://www.gracia.org/recursos.aspx?p=a&amp;article=431" target="_blank"></a></em></p> <p><br /> </p>