No es posible concebir cuerpo por un lado y espíritu por otro, sino que estás dimensiones están íntimamente consustanciadas en una unidad totalizada. Esta se refiere a la naturaleza misma del hombre en la unidad de Espíritu, Alma y Cuerpo. (1Tes 5:23 "Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo").

La sexualidad no está controlada solamente por instintos sino que debe estar orientada y controlada por la voluntad y la conciencia de las personas. En esta tienen incidencia factores genéticos, hormonales. Vivimos en una época en dónde se promociona la cultura erótica que se caracteriza por establecer el sexo-placer, se encarga de disociar le relación como parte de un complemento de afecto, respeto, comunicación y procreación.

La pornografía, se denomina al conjunto de materiales que promueven el sexo centrado las sensaciones personales, que utilizan al otro para la propia satisfacción. La exposición recurrente genera nuevos deseos antes impensados, que van transformado nuestro pensamientos. Las imágenes y representaciones mentales que suscita a sus consumidores, acaban por producir en ellos adicción y dependencia (pornodependencia) que es la conducta sexual dependiente de estímulos pornográficos. Se considera al cerebro cómo el primer órgano sexual.

Christian y Raquel Drazic
Ministerio Familias en Plenitud


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