Parece ser que todos los días, los arqueólogos hacen nuevos descubrimientos. Muchos de ellos datan de tiempos bíblicos y nos ayudan a entender la gente y lugares en las Escrituras. No hace mucho, un descubrimiento dio una luz sobre la existencia de un famoso líder israelí de la antigüedad… el rey David.

Khirbet Qeiyafa en el Valle de Elah, está ubicado cerca del lugar donde la Biblia dice que David mató al gigante Goliat. “No sabemos mucho de la historia, la política o la urbanización en tiempos de David. Fuera de la Biblia. Aquí por primera vez tenemos una ciudad fortificada del tiempo del Rey David”, comenta el Josef Garfinkel.

A unos 32 kilómetros de Jerusalén, Khirbet Qeiyafa era la ciudad fronteriza del reino de Judá. No muy lejos de Gat, la ciudad de Goliat. La datación por carbono muestra que existió por los tiempos del rey David.

El arqueólogo Josef Garfinkel, trabajó con la Autoridad de antigüedades Israelí. El dice que excavaron decenas de habitaciones. Él cree que tres de ellas era usadas con fines religiosos. “La infraestructura es diferente, aquí tienes una habitación aislada, mientras en una cananea o pagana tienes templos reales”, comenta en relación al descubrimiento.

Pero eso no es todo. Garfinkel presentó una serie de artefactos religiosos en conferencia de prensa en Jerusalén. “Tenemos dos cajas, una hecha de barro y la otra de piedra que eran usadas para conservar símbolos de Dios”, explicó. Las vasijas tenían forma de templos y confirman la descripción bíblica hallada en el 1 Reyes que describe el estilo arquitectónico del templo de Salomón y muestra que el estilo existió aún antes del rey.

El sitio no contenía estatuas ni huesos de cerdo. Quiere decir que la gente que vivía ahí seguía el mandamiento bíblico de no comer cerdo o hacerse imágenes, a diferencia de sus vecinos cananeos o filisteos. Arqueólogos anteriores también hallaron la inscripción hebrea más antigua. Josef Garfinkel dice que “que la etnicidad de la ciudad es como Judea”.

¿Por qué son importantes éstos descubrimientos? Garfinkel asegura que esto rebate el argumento de algunos que dicen que la Biblia fue escrita 800 años después del rey David, sin conexión con la historia real. “Esta es la fortaleza de nuestro argumento, que tenemos memorias históricas incrustadas en la Biblia Hebrea y la gente no puede decir que David y Salomón era figuas mitológicas. Ellos eran seres humanos reales”.

Garfinkel dice que la Biblia y la arqueología deben trabajar unidas.

Mundo Cristiano.tv

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