El Parlamento de Dinamarca aprobó una nueva ley que obliga a las iglesias católicas y protestantes del país a llevar a cabo matrimonios homosexuales formales en lugar de solo cortas ceremonias de bendición. Una tendencia que seguramente será replicada en otras naciones.

Bajo la nueva ley, los pastores y sacerdotes mantienen el derecho a negarse a oficiar la ceremonia, pero el obispo local debe arreglar un reemplazo para su iglesia.

Dinamarca ha permitido las uniones civiles para parejas homosexuales desde 1989 y legalizó el matrimonio gay en 2012.

Los primeros matrimonios homosexuales formales de la iglesia, podrían tener lugar tan pronto como este fin de semana.

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