En Nuevas cada mañana y como cada lunes, nuestro Pastor, Edgar Madariaga, nos acompañó en un tiempo de reflexión de la Palabra de Dios, instándonos a refugiarnos en Cristo, porque Él es nuestra mayor fortaleza.

“Ese nombre debería ser una torre fuerte. El nombre de nuestro Señor. No hay dardo que traspase una torre fuerte. Significa un lugar de seguridad, una fortaleza, una roca en cuanto al fundamento. Un macizo que nadie podrá trepar. Nadie podrá dañarlo, ni una flecha o dardo del maligno”, comenzó diciendo. 

El siervo de Dios también señaló que es importante buscar al Señor en el día a día. “Debemos invocar su nombre. Todo aquel que lo haga será salvo. Todo aquel que confiese su nombre será salvo, lo que es el punto de partida, pero en lo cotidiano hace bien decir su nombre con nuestros labios. No solo leerlo un día y tenerlo en la mente, sino decirlo”.

“Los que conocen a Dios saben, que en el momento de angustia, Él puede sostenernos. Como el Pastor que se preocupa de la comida, del agua, que es un obispo, que ve y que se adelanta a las situaciones. Él nos guiará por amor de su nombre”, señaló.