Esta semana el pastor Boris Rodríguez compartió la reflexión “imitadores de Dios” examinando lo que la palabra nos enseña en Efesios 5:1-2.

 Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados. Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante.

Efesios 5:1-2

 

El pastor Boris nos invita a reflexionar en las implicancias de este texto, un desafío a vivir rindiendo todo lo que somos en obediencia al padre.

 

La palabra “Sed” Significa que es un mandato, no es una alternativa, es algo que debemos hacer todos aquellos que hemos nacido de nuevo.

 

Ahora que hemos sido revestidos del nuevo hombre, nacimos a una nueva realidad y debemos seguir el mandato de ser imitadores de Dios.

 

El pastor nos enseña en primer lugar que debemos ser Imitadores Intencionados: que en nuestro actuar diario debemos intencionadamente actuar como imitadores de Dios.

 

Muchas veces ponemos excusas como “así he sido de niño”, “así me conociste”, faltándole el respeto al Espíritu Santo que es quien transforma todo nuestra vida, y que es mas fuerte que las costumbres arraigadas.

Por eso debemos intencionadamente cumplir con el mandato de Dios

 

No podemos ser cristianos solamente en el templo, sino que en cada área de nuestra vida debemos actuar conforme a lo que él nos pide. Si el Señor me da dominio propio no puedo responder cómo cuando andaba en la carne. Si estoy en el tráfico y la gente grita groserías y hace gestos obscenos, no podemos responder de la misma forma.

 

Después agrega que seamos imitadores como Hijos amados, que nos muestra que somos parte de la familia de Dios. Y podemos ser imitadores de Dios porque él es nuestro padre, él es nuestro ejemplo.

 

Escucha la reflexión completa aquí