A menudo la gente va al doctor o a ver a un pastor quejándose de dolores de cabeza, de estómago, de espalda, o cualquier otro tipo de dolor. Algunos se quejan de no poder dormir, se sienten mareados. Parece que cualquier comida que comen les cae mal al estómago.

Todos estos síntomas son señal de un problema común y enorme de hoy en día: lo llamamos ESTRÉS. La verdad de las cosas es que el estrés no sólo nos ocasiona dolores y malestares. El estrés está causando un terrible mal a la salud y la economía del país. Más del 66% de las citas con el médico se hacen por problemas relacionados con el estrés. El estrés laboral le cuesta más de 150 billones de dólares anuales a la industria americana debido a faltas al trabajo, productividad perdida, accidentes, y seguros médicos. Cada semana unos 112 millones de personas toman medicamentos por síntomas de estrés.

Vivimos en un mundo estresante. Y tú, ¿te sientes estresado? Ejercicio: ¿realmente entiendes bien qué es el estrés? Completa las siguientes oraciones:

Estoy a punto de darme por….vencido.
Ya no aguanto….más.
Soy una pila de…nervios.
Mi vida se está…desmoronando (o destruyendo).
Realmente no sé qué….hacer.
A veces me pregunto si vale la pena…vivir.

Es increíble lo que la gente trata de hacer para manejar el estrés. Terapia, magia negra, ocultismo, dietas. Lo más común son los sedativos para “tranquilizarnos”.

En la Biblia hay una forma diferente de tratar el estrés. Juan 14:27 dice, "Mi paz les dejo. Les doy Mi propia paz y no es como la paz de este mundo. No se sientan turbados (ahí está la palabra que significa "estrés") ni tengan miedo".

El escritor del evangelio aquí dice un par de cosas.

Primero. La paz es un don (un regalo). La paz de Dios es un don. No se puede hacer algo para ganar la paz interior, y entonces la ganas. Es un don. Y la paz interior de Dios es distinta a la del mundo. En primer lugar, no es frágil. En los últimos 3500 años han habido 286 años de paz. No tenemos mucha paz en el mundo. La paz humana se basa en las circunstancias. Si todo anda bien, entonces tengo paz. Pero si todo es un caos, entonces no tengo paz.

La Biblia dice que la paz es algo interior. Hoy vamos a ver cómo podemos tener paz bajo presión. ¿Cómo puedo tener paz en las circunstancias bajo las cuales me encuentro ahora? ¿Cómo puedo sentirme fuerte cuando estoy bajo estrés? Hay cinco claves para tener paz interior. Un mensaje muy sencillo. Sólo cinco cosas. Lee y estudia estos versículos esta semana y aplícalos a tu vida.

La Biblia dice que hay cinco cosas que puedes hacer y que te traerán paz interior.

1. Debes aceptar el perdón de Dios
2. Debes reconocer la presencia de Dios: comprender que Él está contigo todo el tiempo.
3. Debes obedecer los principios de Dios.
4. Debes confiar en el plan de Dios: eso te trae paz interior.
5. Debes pedirle a Dios que Él supla: cuando tienes una necesidad debes contárselo a Él.
6. La más importante es la primera. Quiero que pasemos unos buenos momentos hablando de ella hoy.

1. DEBES ACEPTAR EL PERDÓN DE DIOS
Romanos 5:1 "Ya que hemos sido justificados por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo".

Has sido creado para vivir en armonía con Dios. El no estar en armonía con Dios nos ocasiona estrés. Esa es la razón más grande del estrés en tu vida. Cuando no estás en armonía con Dios, nada parece funcionar bien. Cuando las verticales y las horizontales están desalineadas, tu vida es un desastre.

La Biblia dice que primero necesitas aceptar el perdón de Dios. Los psicólogos dicen que la primerísima razón del estrés es la culpabilidad. ¿Hay alguien que sea perfecto? Todos cometemos errores. No vivo ni si quiera de acuerdo a mis propias normas, mucho menos de acuerdo a las normas de Dios. Debido a que todos cometemos errores, sentimos culpabilidad y esa culpabilidad ocasiona el estrés en nuestra vida. La Biblia dice que debemos aceptar el perdón de Dios. Dice, "Somos justificados por medio de la fe" Presta atención a la palabra "justificados".

¿Qué significa esa palabra? Significa que nos limpia completamente. Aun si no existiera tal cosa como un cielo, y sí que existe, yo me convertiría a Cristo simplemente para tener la conciencia limpia. La culpabilidad nos ocasiona estrés. Aun los cristianos que saben que son perdonados a menudo no se sienten perdonados. Aun los cristianos, sabiendo que son perdonados, no lo aceptan.

Así que necesitamos aceptar el perdón de Dios. La razón número uno del estrés es la culpabilidad.

Miqueas 7:18 "Nuestro Dios es un Dios que perdona el pecado. Se deleita en mostrar misericordia".

Dios está ansioso por limpiarte. Desea hacerlo. Está dispuesto. Está listo para limpiarte la conciencia. No hay paz interior sin conciencia limpia. La palabra perdón significa liberar del castigo. Significa ser perdonado.

Una vez leí algo sobre un hombre que había cometido un delito hacía 30 años y lo había mantenido en secreto; nadie más sabía nada sobre el asunto. Al final lo confesó e hizo restitución. Dijo, "Estuve viviendo un infierno personal durante 30 años".

Podríamos detenernos allí y pensar sobre el hecho de que Dios dice, "Deseo ofrecerte perdón total por cada una de las cosas que hiciste mal en la vida". ¿Piensas que eso te traería paz interior? Claro que sí.

Dios desea perdonarte. Él quiere limpiarte y dejarte blanco como la nieve. Desea perdonar todo tu pasado. Quiere comenzar de nuevo. A eso se le llama nacer de nuevo. Es como comenzar de cero y esa conciencia limpia te produce paz interior.

2. DEBES RECONOCER LA PRESENCIA DE DIOS.
Debes darte cuenta de que Él está contigo todo el tiempo. Concéntrate en Él. El estrés aparece cuando sientes como que estás enfrentándote solo a todo.

Isaías 26:3 "Tú, oh Dios, guardarás en perfecta paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera".

Romanos 8:6 "La mentalidad del Espíritu es vida y paz". La paz es un estado mental que está determinado por aquello en lo cual te concentras. Lo que deseo que aprendas hoy es que tu primera reacción en cualquier crisis que enfrentes sea, "Señor, sé que estás aquí conmigo".

Hacer eso ayudará a que tu nivel de estrés se vea significativamente reducido. No te enfrentas solo a nada. Dios está contigo.

Salmos 46:1 y 10 "Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. Estén quietos y sepan que Yo soy Dios".

El trasfondo de este versículo es interesante: La ciudad de Jerusalén había sido rodeada por 180,000 tropas enemigas. Estaban a punto de destruir la ciudad. Los israelíes se estaban poniendo tensos. Dios dijo: "Relájense. Yo estoy en control". Cinco minutos antes de que atacaran la ciudad, Dios hizo que descendiera una plaga y decimara al enemigo y así se salvó la ciudad de Jerusalén. Dios dice, "No te preocupes. Yo te ayudo en todo momento. Siempre estoy presente. Debes reconocer Mi presencia y Mi soberanía".

Fíjate que hay dos pasos para reconocer la presencia de Dios. ¿Cómo sabes que Dios está contigo todo el tiempo?

En primer lugar, dice "Estén quietos". En hebreo eso significa, "despreocúpate, tranquilízate".

Si hay algo que quisiera hacer por ti esta semana es ayudarte a que establezcas un momento diario en que simplemente te quedes en quietud.

La mayoría de la gente está siempre de prisa. Por la noche llegan muertos a la casa, miran un poco de TV, se acuestan en la cama: no pasan ningún momento de quietud. ¿Cuánto tiempo pasaste a solas con Dios esta semana?

La gente dice: "Dios nunca me habla". Bueno, siéntate y cállate para poder oírlo. Tienes la radio encendida, la TV, el CD. Estás tan ocupado llenando la mente con otras cosas que no queda lugar para Dios. Debes estar callado. Estar quieto.

Luego dice, estén quietos y sepan. La palabra "saber" en griego indica el tipo más íntimo de conocimiento. No es saber acerca de algo. Hay una diferencia entre saber algo sobre Dios y conocer a Dios. Puedes saber acerca de Dios. Puedes saber datos. Puedes ir a la iglesia y saber sobre Dios. Pero debes realmente conocerle.

La palabra aquí se usa literalmente con el significado de el tipo de conocimiento más íntimo.

María no conoció a ningún hombre antes de que Jesús naciera. Es la forma más íntima de conocimiento, esa es la manera en que Dios desea que lo conozcas. No de lejos, sino a través de una interacción y comunión personal. Dios dice, "Yo deseo que me conozcas".

Si quieres aceptar el perdón de Dios, debes reconocer Su presencia, debes saber que nunca vas a ningún lugar solo, que cada crisis a la que te enfrentas, la enfrentas con la ayuda de Dios: el nivel de tu tensión se reducirá y tu paz interior aumentará.

Recuérdate cuál debe ser tu primera reacción, "Señor, sé que estás acá conmigo". El problema es que conocemos más de cualquier cosa que de Dios.

Acepta el perdón de Dios. Reconoce Su presencia. Luego hay un tercer asunto si deseas tener paz interior en forma consistente, habitual.

3. DEBES OBEDECER LOS PRINCIPIOS DE DIOS.
Salmos 119:165-166 "Los que aman tus mandamientos tienen grande paz y no tropiezan. Mi alma ha observado tus mandamientos".

La Biblia es el manual de la vida. No es un simple libro de historia. Contiene principios. Si haces caso omiso al manual, te las deberás aguantar solo. Cuando compras un automóvil, puedes darle el mantenimiento con la frecuencia que lo requiera el manual o puedes ignorarlo. Si le haces caso, el auto te durará más tiempo...


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