El martes recién pasado, la hermana María Cristina Munizaga, junto a la hermana Charo Michelén de Pablo, licenciada y psicóloga, dieron inicio a una nueva edición del programa “Educando Bien en Armonía”, programa que se transmite todos los días martes a partir de las 10 hrs. por radioemisoras Armonía.

En esta ocasión, las hermanas traerán a la palestra un interesante tema como lo es “Cuando el Nido queda vacío”. Un tema especialmente dirigido a los padres que en alguna etapa de sus vidas deberán enfrentarse a la realidad de que el nido quedará vacío.

Para muchos de nosotros que estamos viviendo esta etapa sin duda es fuerte, quizá hasta dolorosa, pero en el Señor tenemos esperanza, en Dios tenemos consuelo. La casa que antaño se nos hacía pequeña con los hijos dando vueltas alrededor, llena de juegos, risas, travesuras, y hasta discusiones, hoy se hace enorme, vacía, silenciosa. La mesa en que solíamos compartir hoy tiene sillas desocupadas.

Pero, cuando nuestra vida está anclada en Cristo, podemos vivir esta etapa desde otra perspectiva. Y ¡Qué bueno es estar en las manos del Señor, porque con Él todo se ve diferente!

Los hijos se irán de nuestro lado y formarán su propia familia, y nosotros como padres, comenzaremos una nueva etapa, como lo es, si así Dios lo permite, la etapa de ser abuelos. Abuelos participantes en ayudar en la medida que los hijos lo necesiten. La labor de los padres evangelizadores no termina cuando los hijos se van de casa, sino que continúa ahora con nuestros nietos.

Los padres que están experimentando el nido vacío deben saber que el Señor tiene un hermoso propósito para sus vidas. Primero, nos ha mostrado que tenemos una identidad en Cristo. Gálatas 2:20 dice “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas Cristo vive en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí”. Como padres, ahora tenemos un propósito mayor y es que ahora debemos vivir conforme a nuestra identidad en Cristo. Nosotros no hemos dejado de tener propósito en la vida. Debemos entender que en el momento que nos arrepentimos de nuestros pecados y recibimos el perdón de Cristo, fuimos crucificados juntamente con Él y que ya no vivimos para nosotros mismos, sino que vivimos para glorificar a Cristo día tras día.

Ahora, contaremos con más tiempo libre para actuar como embajadores de Cristo como lo dice 2º Corintios 5:20.

Puede volver a escuchar esta enseñanza en los labios de nuestra amada hermana Charo Michelén en el siguiente enlace:

 

 

mañana de edificación

 

conversaciones en armonia 16 horas entre hermanos y pastores