Cada jueves al mediodía hacemos un espacio en “Nuevas Cada Mañana” para compartir con ustedes “Guitarreando en Armonía” una hermosa instancia de adoración y alabanzas a Nuestro Dios, junto a los pastores Patricio Curinao y Boris Rodríguez.

El pasado jueves 12, el hermano José Pepe Albornoz estuvo afinando su garganta, en reemplazo del pastor Boris, para acompañar en los cantos al pastor Patricio.

Al iniciar el programa, el pastor Patricio junto a su “guitalele” nos lleva a meditar en lo compartido durante la mañana referente a que Cristo es la Piedra Angular que fundamenta nuestra vida, y al elevar los cantos al Señor esto también sea manifiesto que, al cantar, el centro de nuestra adoración y alabanza sea él, ya que muchas veces cantamos sin que aparezca Cristo en nuestro canto. Todo nuestro hablar y confesar debe estar fundado en Cristo. Que no caigamos en la tentación de elevar cantos centrados en nosotros mismos y nuestras experiencias dejando de lado al único que merece toda gloria y alabanza.

Uno de los Salmos a compartir es el Salmo 118: 14-17 que dice: “Mi fortaleza y mi cántico es el Señor, y él me ha sido por salvación…no moriré, sino que viviré, y contaré las obras del Señor”. Un salmo que muestra la obra completa del Hijo de Dios, porque cuando se habla del plan redentor del Señor para con la humanidad, hablamos tanto de Cristo como de su obra. El creyente debe saber que la redención tiene que ver con la persona y obra de Cristo. Ambas están presentes en el plan de redención que el Padre Celestial tenía preparado para nosotros.

Cristo es la Piedra angular que los edificadores desecharon (1 Pedro 2:7).

Los religiosos del momento desecharon a Jesús como piedra. Ellos se irguieron como lo más importante en la religión judía. Desecharon lo vital, lo trascendente, lo que no cambia, desecharon a Cristo y obviamente tropezaron con la piedra que hace caer, porque tropiezan en la palabra, siendo desobedientes (1 Pedro 2: 8).

La tendencia hoy en día es opacar a Cristo y su obra para que el hombre en su humanidad religiosa se levante. Por eso Juan el Bautista decía “es necesario que él crezca y yo mengüe”. Porque en la mente del hombre en su dinámica diaria, deja de depender del Señor. Lamentablemente muchos creyentes calculan la vida desde la religiosidad, desde lo ritual, desde la ceremonia, desde el compromiso con la estructura, pero no en la piedra angular. Admiramos el templo y olvidamos que Cristo es el templo y que ahora nosotros también somos templo, porque él habita en nosotros. Señor, envía en esta hora luz y verdad a nuestras vidas.

Les invitamos a adorar y alabar juntos al Señor disfrutando nuevamente de “Guitarreando en Armonía” a través del link que le dejamos a continuación.

mañana de edificación

 

conversaciones en armonia 16 horas entre hermanos y pastores